Este proyecto es un reflejo de la relación continua con una de nuestras clientas, quien nos ha acompañado desde nuestros inicios. A lo largo de los años, se ha convertido en una tradición renovar sus espacios en lo que llamamos un "día con el decorador", donde transformamos su hogar con pequeños y grandes cambios que hacen toda la diferencia.

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Para esta ocasión, nos centramos en renovar los espacios con una propuesta que mantuviera la esencia del hogar, pero con un toque fresco y actualizado. La paleta de tonos suaves y neutros, combinada con detalles en madera, creó una atmósfera serena y acogedora, ideal para el descanso y la convivencia. Cada ajuste, por pequeño que fuera, fue pensado para resaltar la luz natural y aportar una sensación de confort.

 

Este proyecto no solo es una renovación, sino una celebración de cómo el diseño puede seguir evolucionando con el tiempo, adaptándose a nuevas necesidades sin perder su esencia.

Como siempre, buscamos que cada espacio no solo luzca bien, sino que se sienta como un verdadero hogar, lleno de calidez y personalidad.