El proyecto "El Roble" se distingue por su diseño integral, donde las paredes blancas y los tonos café claro en el mobiliario y el piso forman una base neutra y cálida. Colores secundarios, como burdeos y verde pastel, se integran de forma sutil para aportar acentos de vida y energía. Este equilibrio cromático da lugar a un ambiente sereno con detalles cuidadosamente seleccionados que enriquecen el carácter del espacio.

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Un elemento clave en este diseño es la conexión con la naturaleza, lograda a través de referencias animales presentes en pequeños adornos y elementos decorativos. Estas referencias aportan un toque orgánico y único, mientras que la terraza, con detalles en madera y una integración visual impecable, se convierte en una extensión acogedora y funcional del hogar. El Roble celebra la armonía entre minimalismo y detalles vivos, creando un espacio que es tanto sofisticado como lleno de personalidad.